El pasado 27 de julio se celebró la mesa redonda “Silencio y presencia: el corazón contemplativo de la espiritualidad”, dentro de las actividades organizadas con motivo de las Segundas Jornadas Segundas Jornadas del Foro Interreligioso Internacional Transcendence (FIIT) bajo el lema “Retiro, reflexión y espiritualidad”.

En la mesa redonda, distintos integrantes del FIIT, como Amparo Navarro Salvador y Rosa Ortí Mateu representantes del Cristianismo, Karamy Singateh Queral y el Sheij Mansur Mota, que intervino en conexión online, representando al Islam, Isaac Sananes Haserfaty como representante del Judaísmo, y Pujya Swami Rameshwarananda Giri Maharaj, representante de las Religiones de la India (cuyas trayectorias pueden ver en el siguiente enlace: https://transcendence.es/integrantes-del-foro) expusieron sus diferentes aproximaciones a la temática propuesta, según su propia tradición religiosa.

En un ambiente de fraternidad, cordialidad, comprensión y respeto, los participantes compartieron sus perspectivas sobre la importancia del silencio, destacando su papel esencial para acercarse a lo divino.

Los ponentes también subrayaron que el silencio se nutre del amor y requiere ser contemplado, ya que todo lo contiene. “Cuando es compartido, en lugar de generar aislamiento, abre y vuelve receptivos a los individuos”. Cultivar una presencia contemplativa, apuntaron “implica un proceso sostenido de interiorización mediante la atención y el discernimiento, así como estar disponible para el bien”.

En estos tiempos de ruido y distracción constante, el silencio espiritual emerge como un refugio indispensable y una poderosa herramienta que permite ordenar y pacificar la mente, permitiendo ver qué es lo correcto y bueno.

Afirmaron que “un corazón contemplativo por tanto es un corazón presente y silencioso, que camina hacia su origen, y mira hacia lo interior y profundo”.

Los participantes acordaron que, cuando el silencio es compartido, promueve la paz en la diversidad, e iguala a los buscadores espirituales. Así, en un mundo a menudo polarizado, el Silencio resulta ser un Puente hacia la Unidad Espiritual.

La mesa redonda concluyó con un espacio de preguntas y respuestas que las varias decenas de personas que participaron, de forma presencial y online, pudieron formular a los representantes de las diferentes tradiciones.